viernes, 13 de mayo de 2011

La muerte de Cristóbal Colón

Muerte de Colón. El segundo viaje de Colón, iniciado en 1493, significó en cierto modo el comienzo de su declive, pues puso de manifiesto sus pocas dotes de mando. Empezó a ser palmario que el gran navegante era un pésimo administrador, iracundo, vengativo e indeciso, tanto que hasta sus colaboradores empezaron a detestarlo y no perdieron ocasión de criticarlo ásperamente en sus informes a la corte. Cinco años después, en su tercer viaje, todos estos problemas se acentuaron, hasta el punto de ser designado por los reyes un comisario real, Francisco de Bobadilla, que se trasladó a las Indias con plenos poderes para tratar de poner orden en la gobernación de Colón. En su último viaje, en 1502, Colón visitó Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Jamaica, donde a consecuencia de un huracán sus naves quedaron inmovilizadas durante un año. Cuando llegaron socorros desde Santo Domingo, los náufragos españoles se hallaban extenuados y el almirante padecía fuertes dolores producidos por la artritis. Hacía poco que había cumplido los cincuenta años, pero aparentaba muchos más. Tenía el cabello prácticamente blanco, pesadas arrugas que le surcaban el rostro y unas profundas ojeras en torno a los ojos. Su regreso definitivo a España se produjo el 7 de noviembre de 1504. Después de reclamar infructuosamente sus derechos al rey Fernando durante dos años, y ya enfermo y cansado, el almirante se instaló en un convento franciscano y redactó su testamento. El 20 de mayo de 1506 la muerte puso fin a sus desvelos.

sábado, 30 de abril de 2011

El cuarto viaje de Colón

En consideración a sus servicios, la Corte retiró los cargos a Colón y además, recuperó el apoyo para una cuarta expedición. El 11 de mayo de 1502, parte junto con su hermano Bartolomé y su hijo Hernando Colón desde Cádiz con cuatro naves y 150 hombres. El objetivo principal de este viaje era tocar tierra firme y encontrar un paso hacia la zona de las especierías, la antesala a la costa oriental del continente asiático.
Durante el viaje las carabelas de Colón sufrieron los ataques del huracán, quedando tres de ellas a la deriva. Sin embargo, siguieron adelante y el 24 de julio se anclaron en una isla del Jardín de la Reina, llegando el 1 de agosto a la América Central a la altura del cabo de Honduras. Desde allí hicieron un recorrido bordeando las costas de Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
En Diciembre llegaron al Canal de Panamá en donde se dedicaron a la búsqueda de oro, que según los indios las minas estaban ubicadas exactamente en Veragua. A pesar del esfuerzo, nunca encontraron nada.
Sin embargo, en enero llegaron a un lugar rico en oro, en donde fundaron una ciudad, Santa María de Belén, la cual quedaría a cargo de Bartolomé, Plan que fue abandonado, ya que los indios se rebelaron. Así que parten el 15 de abril rumbo hacia el sur, solo con tres de las naves.
En el camino, en Puerto Bello renuncian a otra de sus carabelas, prosiguen hasta el actual Cabo Tiburón. El primero de mayo cambian el rumbo hacia el norte y se dirigen hacia La Española. Pero no logran este objetivo y se ven obligados a dejar estos dos barcos en Jamaica. Este naufragio los somete durante largos meses a una vida de constante peligro, sometidos al asedio del hambre y de los indios, hasta llegar a La Española y pedir auxilio al gobernador Ovando. Éste envía una expedición de socorro que logra poner a salvo a Colón y su tripulación.
El 28 de junio salen de Jamaica y el 12 de septiembre parten de La Española rumbo hacia España. Finalmente, llegan a Sanlúcar de Barrameda el 7 de noviembre de 1504. Así concluye la carrera de este marinero audaz, tenaz y valiente, que muere muy enfermo al cabo de un año y medio, el 20 de mayo de 1506, sin tener noción del enorme alcance y trascendencia que habrían de tener sus descubrimientos.


domingo, 24 de abril de 2011

Tercer viaje

La situación surgida al retorno del segundo viaje causó grandes dificultades para el propósito de organizar un tercero. Las informaciones que se habían conocido acerca de la ausencia de las esperadas riquezas en oro, unida a las rudas condiciones soportadas por los marinos y colonizadores, hicieron que desapareciera el anterior entusiasmo por enrolarse en las tripulaciones.


Se aparejaron esta vez solamente 8 naves, y costó mucho reclutar los 226 hombres para tripular la flota; al punto de que Colón fue autorizado a enrolar a condenados por delitos.

Los buques componentes de la flotilla, partieron esta vez del puerto de Salúcar de Barrameda, haciéndolo en diversos grupos a reunirse en las Islas Canarias, el último de ellos el 30 de mayo de 1498.

Esta vez, la ruta ingresó al Atlántico a la altura del Cabo Verde, bastante más al sur que en los viajes anteriores; lo que determinó que se acercara al continente a la altura de las costas venezolanas, descubriendo la isla de Trinidad, y creyendo que habían llegado a las cercanías del Paraíso Terrenal.

Desde las costas venezolanas navegaron hacia el norte, en busca de La Española, encontrando en su camino a la isla Margarita, donde se realizaba la pesca de perlas. Llegaron finalmente a la isla de Santo Domingo, donde se había instalado la primer colonia de las Indias, el 20 de agosto.

La llegada de Colón a la colonia suscitó prontamente una situación sumamente dificultosa. Se acusó a Colón de diversas irregularidades, especialmente de haber ocultado descubrimientos de su anterior viaje, por lo cual de desató una fuerte resistencia a su autoridad, la de su hijo Diego y su hermano Bartolomé; y se produjeron numerosos entredichos con el alcalde de la colonia, Francisco Roldán.

Las noticias de la situación existente en La Española llegaron a los Reyes, quienes decidieron destituir a Colón, designando para sustituirlo como Gobernador de las Indias a Francisco de Bobadilla, investido además de las potestades de juez investigador. Bobadilla llegó a La Española el 23 de agosto de 1500 en dos carabelas y con una dotación de 500 hombres, con el cometido de poner orden. Colón y sus allegados opusieron resistencia a transferir su autoridad a Bobadilla, por lo cual éste resolvió prenderlos y enviarlos de retorno a España a comienzos de octubre del año 1500.

De esta manera, Cristóbal, Bartolomé y Diego Colón regresaron a España encadenados, a fines de noviembre del año 1500.

En cuanto a Bobadilla, fue sustituído como Gobernador de La Española por Nicolás de Ovando, y murió a consecuencia de un naufragio ocurrido al buque en que retornaba a España, en el año 1502.


viernes, 8 de abril de 2011

En busca de los tesoros de la India

Con el apoyo de los Reyes Católicos, Cristóbal Colón decide emprender otra expedición ya que estaba convencido de que aún le quedaba lo más importante por descubrir: los tesoros de los pueblos orientales.
Colón partió de Cádiz el 25 de septiembre de 1493, al mando de 17 barcos y 1200 hombres. Cuarenta días más tarde descubrió las Antillas, Cuba y Puerto Rico. Hacia fines de noviembre llegó a La Española y encontró el "fuerte de Navidad" destruido: los 40 voluntarios habían sido asesinados. Entonces fue allí donde Colón fundó la primera ciudad, la cual llamó Isabela, en honor a la reina de España.
Parte de la expedición regresó debilitada y enferma a España en 12 barcos. En abril de 1494 Colón siguió explorando el Mar de las Antillas con apenas 3 carabelas. A pesar de sus esfuerzos por encontrar el continente (las Indias, el Japón, el Imperio Chino...), sólo se topó con otra isla (Jamaica) y poco oro. Cuando retornó a Isabela se encontró con graves problemas. Los españoles obligaban a los indios a que les entregaran el oro y se mataban entre sí.
Tampoco llegaban buenas noticias de España: muchos de los que habían regresado criticaban a Colón ante la Corte y lo denunciaban como un pésimo administrador en las nuevas colonias de las Indias. El navegante genovés retornó entonces a España. Allí presentó su defensa ante los Reyes Católicos.

sábado, 2 de abril de 2011

Finaliza el primer viaje


Las dos carabelas, al mando de Colón, regresaron a España. En el viaje de regreso sufrieron una gran tormenta que hizo que las naves se separasen, llegando la Pinta en primer lugar a Bayona el día 1 de marzo y la Niña el día 4 a Lisboa.

El día 15, por fin, llegaron al puerto de Palos las dos naves, aunque por desgracia a los pocos días falleció Martín Alonso Pinzón, el principal socio de Colón en este viaje.

Se sabe que tanto Pinzón como Colón enviaron noticias de su llegada a los Reyes, que se encontraban en Barcelona. En abril, Colón fue recibido por los Reyes Católicos y les explicó su llegada por el oeste a lo que él creía era la India.

Varios años después los europeos irían dándose cuenta de que las tierras a las que había llegado Colón no estaban conectadas por tierra con Asia, sino que formaban un continente aparte al que se le empezó a llamar "América" a partir de 1507.


sábado, 19 de marzo de 2011

La aventura coge fuerza: ¡tierra a la vista!

Para poder realizar su viaje Colón tenía que conseguir dinero, naves y una tripulación. Para ello se presentó ante la corte española. En un principio el Real consejo denegó su petición pero él insitió y consiguió hablar cara a cara con la mismísima reina Isabel, quien se interesó rápidamente por los planes de Colón pero aún así lo rechazaron,
Tuvo que esperar varios años y ser persistente, para que al fin a su proyecto lo dieran por válido.

Por fin, finalizados todos los preparativos, la expedición salió de Huelva el 3 de agosto de 1492, con las carabelas La Pinta y La Niña, y la nave Santa María, con una tripulación de unos 90 hombres.
Hizo una primera parada en las Islas Canarias para hacer unos cambios de última hora en la carabela La Pinta.

La expedición no resultó fácil para nadie y durante la misma hubo varios conatos de motines debido a lo mucho que estaba durando el viaje sin ver por ningún lado tierra. Hasta tal punto era el cansancio y el descontento de los tripulantes, que el 10 de octubre decidieron que solo iban a esperar 3 días más como mucho para ver si llegaban a avistar tierra, porque sino regresarían a España.

El 12 de octubre, cuando la tripulación ya estaba inquieta por la larga travesía sin llegar a ninguna parte, el grumete Rodrigo de Triana dio el famoso grito de: "¡tierra a la vista!".

Llegaron a una isla llamada Guanahani a la que rebautizó como «San Salvador», en el archipiélago de las Bahamas.

También desembarcó en la isla de Cuba y en La Española. En las orillas de ésta, a finales de diciembre del 42 se hundió la Santa María. Sus restos fueron usados para construir el Fuerte de la Navidad, constituyendo así el primer asentamiento español en América.

lunes, 7 de marzo de 2011

Comienza el sueño

Érase una vez un hombre nacido en Génova llamado Cristóbal Colón.

Colón era un hombre de grandes sueños y un gran luchador, puesto que removió Roma y San Pedro hasta conseguir que alguien apoyara su gran sueño, que más tarde se convertiría en toda una gran aventura y en todo un descubrimiento.

Antes de cumplir los 18 años se dedicó a aprender las artes de la navegación y la cartografía. Su gran vocación era ser uno de los mejores marineros que nunca hubiera existido, y para ello se preparó lo mejor que pudo.

Junto con otros marineros, se dedicó a viajar y hacer expediciones por Islandia, Flandes y Portugal. En uno de los viajes, frente a la costa portuguesa, el navío en el que viajaba sufrió el ataque de un barco francés y se fue a pique, pero tuvo suerte y fue rescatado por unos pescadores que lo llevaron a Lisboa.

Colón se quedó en Lisboa trabajando como mercader y hacia 1476 se casó con Felipa Moniz, hija de un importante personaje de la corte portuguesa, lo que le abrió muchas puertas.

En aquella época , la mayoría de la gente pensaba que la Tierra era plana como un disco y que estaba limitada por un mar infernal, que se extendía más allá del cabo Finisterre y del estrecho de Gibraltar, que estaban situados en los extremos occidentales del mundo conocido.

Decían y afirmaban que este océano no era navegable y que todo el que se aventuraba por sus aguas nunca regresaba porque era engullido por sus abismos o devorado por los horrendos monstruos que allí vivían. En cambio, no todo el mundo pensaba igual, puesto que en los puertos de Europa se contaban leyendas de hombres que habían atravesado aquel mar gigantesco y habían encontrado tierra al otro lado en vez de un infierno.

Colón, que se había leído los relatos de Marco Polo donde contaba como había llegado a unas tierras fabulosas de Oriente por tierra, y creyente de las leyendas que afirmaban que la Tierra era redonda y no plana, se puso como propósito llegar por mar a donde Marco Polo había llegado por tierra.